Abonar es una tarea que debes tener presente en tu calendario de tareas en el huerto. Si quieres que tus cultivos se desarrollen correctamente, tengan buena salud y desarrollen frutos, debes aportarles los nutrientes necesarios de manera regular.
¿Por qué es necesario abonar?
Los nutrientes del sustrato se van agotando a medida que pasa el tiempo. Para evitar que las plantas sufran un déficit de minerales y otros compuestos que pueden poner en riesgo su crecimiento y desarrollo, debes aportar al substrato ese extra de nutrientes.
Si te estás preguntando si se puede detectar cuando el sustrato empieza a carecer de nutrientes, toma nota. Algunos síntomas de ello suelen ser que las hojas padecen un descoloramiento hacia tonos más pálidos, el crecimiento de la planta se detiene e incluso puede llegar a perder densidad en sus ramas y hojas.
Al contrario de lo que podamos pensar, un exceso de nutrientes tampoco es algo idílico y puede incluso llegar a ser perjudicial: un exceso de nitrógeno puede provocar también una floración escasa o incluso evitar que se produzca. Por lo tanto, cuando vayas a utilizar un bono o un fertilizante, fíjate siempre en las indicaciones y recomendaciones del fabricante y guíate por ellas.
¿Sabías que los climas extremos no son óptimos para que los fertilizantes entren en contacto con las plantas?
Esto es debido a que las altas (o bajas) temperaturas provocan el ralentizamiento de su metabolismo, por lo que en verano y en invierno y según las temperaturas que se alcancen en la zona donde vives, deberás moderar o parar el abonado.
Sin embargo, si se trata de plantaciones nuevas o recién sembradas, el fertilizante puede ayudar y mucho a favorecer su desarrollo frente a un clima más adverso.
En otoño no puede faltar el abonado
De manera general, la mayoría de plantas agradecen un abonado a principios de otoño, cuando todavía se encuentran activas y asimilan mejor los nutrientes. Si uno de tus objetivos es mejorar la floración, te recomendamos aplicar un fertilizante un mes antes de que se produzca este proceso. Como ya sabes, cada planta es un mundo y tienen momentos de floración muy dispares. Por ello, deberás informarte de cuando se produce la floración de tus plantas y anticiparte para ofrecer el mejor abonado.
En conclusión, la frecuencia de abonado variará en función del tipo de planta y del abono o fertilizante que uses. Según sus características, deberás repetir el proceso con mayor o menor frecuencia. Recuerda que la época del año en la que te encuentres también es decisiva para marcar un abonado más frecuente o no.