Los canónigos son una planta herbácea que suele utilizarse en crudo para hacer ensaladas o bien condimentar los platos, lo cual es muy interesante ya que es una buena fuente de Vitamina C, ácido fólico y beta-caroteno. Además, tiene propiedades diuréticas, depurativas y laxantes. Sin embargo, es una hortaliza que padece una mala conservación, por tanto es preferible el consumo fresco para poder disfrutar del máximo valor nutricional.

La temporada de plantación de canónigos va de agosto a septiembre (finales de verano)

¿Sabes cómo cultivar canónigos? Aquí te damos algunos consejos:

  • Sembrar directamente en el huerto a finales de verano y otoño. Para acelerar la germinación es preferible poner en remojo la semilla unas horas previas a la siembra. La hidratación de la semilla acelera la germinación lo cual es importante para evitar que las malas hierbas compitan con el cultivo.
  • Es una hortaliza muy rústica, con pocos problemas de plagas y que requiere pocos cuidados.
  • Durante las primeras semanas deberemos controlar las malas hierbas ya que el crecimiento del cultivo es un poco lento al inicio.
  • A partir de los 60 días de la siembra, cortamos hojas a demanda durante el otoño e invierno.

Como cada planta, los canónigos también tienen sus necesidades específicas:

  • Ubicación preferente: zonas soleadas, aunque tolera fácilmente algunas horas de sombra durante el día.
  • Tipo de suelo: hortaliza que se adapta bien a los diferentes tipos de suelos.
  • Necesidad de abonado: necesidad baja, con un abonado inicial debería ser suficiente para un correcto crecimiento.
  • Tamaño mínimo de recipiente: 2 litros.
  • Espacio recomendado entre plantas: 10 cm.

Ten en cuenta que la hierba de los canónigos es una planta anual, que crece y florece durante el primer año de cultivo. La oración primaveral marca el fin de la cosecha, pero podemos dejar crecer algunas plantas para recoger la semilla para el próximo cultivo. Una o dos plantas producirán gran cantidad de semillas, suficiente para un pequeño huerto casero. Para conservar la semilla deberemos secarla al aire y almacenarla en un bote hermético en un lugar seco y oscuro.