¿Tú también eres fan de la albahaca y te gusta aportar un toque fresco a tus platos? Pues además de ser una planta aromática y que le da vida a tus recetas, esta hierba estimula el apetito y favorece la digestión evitando la formación de gases y cólicos. Las hojas y flores se usan como condimento de ensaladas y pastas, junto con otras hierbas, vinagre y aceite, como es el caso de la salsa Pesto. Pero además, también puede consumirse directamente en ensaladas… ¿Lo tiene todo verdad?
Además, la albahaca es una planta que podemos tener cultivada en huerto pero también en nuestra propia cocina, siempre y cuando reciba muchas horas de luz solar directa al día. Pero, ¿sabes cómo cultivarla? Aquí te damos algunos consejos:
- La albahaca debe sembrarse en primavera ya sea en semillero o directamente en el huerto.
- Hay que trasplantarla con 4-6 hojas verdaderas a su lugar definitivo.
- Regar frecuentemente y vigilar la aparición de orugas defoliadoras.
- En el inicio de la floración deberemos cortar los brotes a 1/3 de su longitud y podremos obtener hasta 3 cortes durante el verano. Las hojas tienen mala conservación y es recomendable cocinarlas o consumirlas al momento.
Como cada planta aromática, la albahaca tiene sus propias necesidades vitales:
- Ubicación preferente: lugar soleado, aunque tolera un poco de sombra.
- Tipo de suelo: agradece una tierra fértil y esponjosa.
- Necesidad de abonado: se adapta a niveles bajos de abonado pero su crecimiento es mucho mejor con niveles altos de fertilización.
- Tamaño mínimo de recipiente: 5 litros.
- Espacio recomendado entre plantas: 50 cm.
Por último, ¿sabías que la albahaca es muy buena compañera de las tomateras y los pimientos? Para cada 6 o 7 matas de tomatera podemos plantar una mata de albahaca. Su presencia reducirá las plagas en el huerto y durante la floración atraerá abejas y otros insectos polinizadores que ayudarán al cuajado de los frutos de tomateras y otras hortalizas.